Esta noche mis amigos y yo hemos ido a cenar fuera y luego nos hemos entretenido unas cuantas hora jugando a bolos.
La verdad es que no juego casi nunca a bolos y no soy nada bueno, está claro. La cuestión es pasar un buen rato en buena compañía y sentir esos mínimos momentos de competición cuando los resultados están muy ajustados.
Ha sido muy emocionante en muchas partidas ya que en cuestión de un sólo turno el que iba primero se ponía a la cola y el último se ponía primero. O sea, nos íbamos cambiando de posiciones continuamente.
La bolera es nueva de hace unos meses y está muy bien hecha y cuidada. Además existen otras máquinas recreativas dónde unos se puede distraer. En nuestro caso, hemos ido a jugar a ésas máquinas de baloncesto que tienes unos segundos para meter el número máximo de canastas y al terminar te dan una serie de puntos para canjear por regalos… muñecos y cositas poco molonas (>_<) Al llegar a casa ha sido cuando me he reido un buen rato. Ya no me acordaba, pero es que mis padres roncan. Bueno, posiblemente sea algo normal, pero lo bueno es que en la calle, mientras me aproximaba, iba oyendo el ronquido de mis padres (^o^), y poco a poco más y más fuerte! Madre mía, no se a cuantos decibelios debían estar roncando , pero se oyen bien nítidos los ronquidos. El que pase por delante de casa seguro que se parte el culo.