Éso es lo que dicen que es la vida, una montaña rusa. Siempre nos encontramos con subidas y bajadas, lo cual es normal y lógico. Creo que las personas que cada vez hacen que ésas subidas y bajadas sean sean cada vez más cortas como si se encontraran casi en una línea recta saben mucho de la vida.
Bueno, tras una mini charla filosófica, me gustaría decir que el otro día me compré unas rodilleras de volleyball para poder entrenar son molestias. Van a las mil maravillas, y aunque ya casi no me duelen, aun tengo molestias. Como me comentó un chaval hace un tiempo, el Aikido es para toda la vida y lo haces a través del cuerpo, lo cual implica que hay que cuidarse. Totalmente cierto.
Éstos días he practicado bastante más intensamente, y con unos viejetes. Está claro que hay de todo, pero los hay muy majos, aunque lo malo es que suelen estar rígidos como una piedra. Hay uno que me hace mucha gracias que es bastante bajito, calvete y grita bastante para hablar. Para hacer el ukemi resulta gracioso verlo como se cae en picado sobre el tatami, es decir, no cae suavemente sino que llega un punto en el que lo pierdes de vista ^^
Ayer me dieron una buena noticias respecto a mi previo Dojo y es que me van ha escribir la carta que necesito para presentar en inmigración y el Aikikai. Ahora ya me siento más tranquilo, pero aún hay algunos cabos sueltos por atar.
Cambiando de tema, posiblemente este fin de semana iré a ver Sumo o Kabuki con un amigo. Aún no lo tenemos claro dónde iremos, pero como se va de aquí unos días así ya nos despedimos… y de regalo de despedida tendré una impresora ^^ Me la dará así si algún día vuelve ya se la devolveré.
Hará un par de semanas que empecé a estudiar Kanjis bastante en serio. Me pillé un libro que ya comenté en su días, que es una maravilla. Me lo paso muy bien aprendiéndolos y me encanta salir a la calle y poder leer algunos que otros. Por lo menos ya no son como pinturas rupestres que sólo Dios sabe lo que significan ^^;