El otro día comenté un poco sobre el aiki y que iba a hablar más en detalle sobre ello. Bueno, hoy no es del día de hacerlo, pero sí os voy a presentar a un maestro de Daitoryu Aikijujutsu (大東流合気柔術) que ha aprendido a usar el aiki.
Realmente, como en todo en la vida, hay niveles y niveles. Hay gente que inconscientemente desarrolla el aiki, pero a nivel muy simple y hay gente que lo extiende hasta niveles que son prácticamente imposibles de entender con la mente limitada que solemos tener (básicamente por la programación mental a la que somos sometidos desde niños…).
Está claro que en el pasado ha tenido que existir gente, que no tenemos ni idea sobre ella, que seguro que han sabido hacer cosas increíbles. Así que, limitándonos a lo que hemos podido ver a través de vídeos y experiencias personales, el nivel más alto que he visto es el de O’sensei, el fundador del Aikido.
No vamos a seguir con más detalles. Vamos al grano con el maestro que nos ocupa, Okamoto Seigo. Fue alumno de Horikawa Kodo, alumno a su vez de Sokaku Takeda, que también fue maestro de O’sensei. Es decir, para quienes no lo sepan, el Aikido tiene la mayor parte de su técnica basada en el Daitoryu Aikijujutsu. Y claro, como el aiki era (y sigue siendo para la mayoría) uno de los secretos que tenían los clanes samuráis (en este caso el Takeda), sólo unos pocos podían acceder a él. O’sensei fue uno de ellos.
Pues bien, lo que váis a ver hacer a Okamoto Seigo, no es un show ni espectáculo, es real, aunque sé que es difícil de creer, por eso hasta que uno no lo palpa con las manos y se lleva un leche energética de esas es imposible saber lo que se siente.
Lo que me alucina más y nunca había visto, es cuando los ukes (atacantes) se quedan pegados entre ellos en el suelo! Es una pasada, aunque lo que no me gusta es el dolor que debe transmitir eso.